
La Iglesia de la Cienciología lleva cuarenta años de litigios con la justicia de la mayoría de los países en los que se ha introducido. Desde 1967, la Iglesia y sus miembros han pasado por los tribunales de los Estados Unidos, Canadá, Francia, España, Italia, Rusia, Grecia, Australia, Noruega, Suiza, Dinamarca, Holanda y Suecia, por delitos contra la salud pública (física y mental), conspiración, fraude, obstrucción a la justicia, difamación, extorsión, falsificación de documentos, practicar la medicina sin licencia, interceptar correo ajeno, violación de intimidad, amenazas, y muchos otros más propios del crimen organizado que de un culto religioso. La mayoría de ellos terminaron con sentencias de culpabilidad que enviaron a miembros de la Iglesia a prisión y en algunos casos obligaron a la organización a detener sus actividades en esos países. Sólo en Estados Unidos se han visto implicados en más de 300 procesos judiciales, en la mayoría de ellos como acusados. Una de las más sonadas hazañas de esta organización fue desvelada por la Operación Blancanieves.
En 1977, el FBI irrumpió en todas las sedes de la Iglesia en EEUU buscando pruebas para la Operación Blancanieves, que pretendía desmantelar toda una red de espionaje perpetrada por L. Ron Hubbard a la Administración de los Estados Unidos. En el 79, la esposa de Hubbard y una docena de los altos cargos de la organización fueron condenados por conspiración contra el gobierno federal de los Estados Unidos. La Iglesia había estado infiltrando a sus miembros en organismos oficiales para robar y destruir documentos que consideraron desfavorables para la imagen de su organización o de su fundador que poseían agencias gubernamentales como la Interpol y el Internal Revenue Service de los EEUU. Como resultado de esa investigación se descubrieron otras conspiraciones para acabar con organizaciones, autores y políticos críticos con la Cienciología.
La red está plagada de sitios que denuncian actividades ilegales de la Iglesia de la Cienciología: desapariciones de personas que fueron miembros de la misma, lavado de cerebro, estafas a particulares, raptos, asesinatos y todo tipo de delitos tipificados. Muchas familias han perdido a algún miembro a raiz de la dichosa Desconexión, por la cual el cienciólogo no puede estar en contacto con no-cienciólogos. La organización ha llegado a extender sus garras incluso en Internet donde se han eliminado datos relacionados con este culto. Incluso se llegó a decir que Google eliminaba los links a páginas críticas con la Cienciología. Todo apunta a que son algo más que una organización religiosa sin ánimo de lucro que ayuda a las personas a ser mejores y más libres como ellos se venden en sus páginas oficiales.
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